ARTICULO DE ATAQUE

LOS HIJOS DE GYGAX VUELVEN AL ATAQUE

Después de un tiempo de descanso, los hijos de gygax vuelven a unir sus fuerzas para atacar a la Alianza.

Lunes 25 de agosto de 2008, a las 20:00 horas, puerta de Ogrimmar, la Hermandad se reúne para su gran ataque a Darmassus como en un principio se acordó. Pero a ultima hora hubo un cambio de planes.

El encuentro se efectuó a las 20 horas en la puerta de Ogrimmar, pero como siempre, la salida hacia la batalla se retrasó. La hermandad de la Horda partió a eso de las 21 horas estando a la cabeza el maestro de brujos Réquiem, hacia el vuelo de Ogrimmar con destino a “El Cruce”. Allí nos encontramos con mas Hordas que gustosos se unieron a nuestra batalla, indiferentemente de que hermandad, clase o raza fueran, el objetivo era vencer a la Alianza.

Camino sur desde “El Cruce”. Se empezó una gran caminata. Caminata que se hizo leve, ya que estábamos cegados por la sed de sangre de la ciudad de la Alianza.

El cambio de planes fue nada más y nada menos que un cambio de rumbo, no hubo ataque a Darmassus, no llevamos a cabo esa venganza que Los Hijos de Gygax, tienen tantas ganas de liquidar. Dimos tregua a Darmassus por ahora y arremetimos contra Thellamore .

En un primer lugar había tres pelotones dentro del grupo, los mas avanzados, los que estaban un pokito mas perdidos y los mas atrasados por diferentes cuestiones. El caso es que toda la Hermandad junto con las Hordas que se unieron llegamos a Thellamore. Donde directamente fuimos a los aposentos de su líder donde sin dudarlo un momento empezamos a atacarla, sin importarnos quien había alrededor de ella protegiéndola.

No éramos muchos pero la valentía y la nobleza de los hermanos nos hacían mas fuerte. La líder no se rindió fácilmente, nos costo muchísimo acabar con ella, pero al final la vencimos. Los Hijos de Gygax la vencieron, con tan solo unas pocas bajas, que gracias a la eficacia de nuestros paladines pudieron seguir luchando sin ningún tipo de secuelas.

Al terminar con la vida de la líder, fuimos a saquear la ciudad, un trabajo muy duro, ya que muchos de los guardias eran inmunes a mucho de nuestros ataques.

Y por fin llego la recompensa, la VICTORIA, una victoria dulce, como miel en los labios, como el algodón de azúcar recién hecho, como ese caramelo de nata y fresa con sabor a helado, una victoria con retirada digna, donde Los Hijos de Gygax junto con aquellos que nos quisieron ayudar, marcharon con una gran sonrisa y el honor se podía apreciar en nuestra piel.

Ya solo queda poder tener la misma sensación el día de la gran Venganza a Darmassus, donde todos, siendo mas y mas fuertes podremos vencer al enemigo.